Dime qué es
lo que te tiene así,
que la luz en tu ser
casi no brilla allí.

Sé que estás
cansado de sufrir,
más tienes que saber
que el Dios que habita en ti,
nunca te puso aquí
para tu decepción
ni para que el dolor
te nublara
así.

Tu aflicción
te parece real,
pero en esencia es
un constructo mental.

Puedes hoy
tu enfoque dirigir
a otra visión de ti,
que te haga
sonreír.

¡Prueba ya!
Intenta verte así,
con ese resplandor
que yo contemplo en ti.

Que el Divino Creador
de Todo lo que Es,
no te llenó de amor
para sufrir después.

¡Oye bien!:
no es de verdad tu cruz,
nada te puede herir,
¡vuelve a irradiar tu luz!.