Poesía, video
Cuando por roto o por desgastado
ya no sirve algún mueble de tu casa…,
¿qué haces tú, al hallarlo en ese estado…?:
¡lo reemplazas…, sólo eso…, lo reemplazas!
¡Es algo tan sencillo, tan natural,
como el suplir los lentes que descentran,
o una comida que te salió mal…,
o un pantalón que ahora “no te entra”!
Y si a cosas que no hacen tanta falta,
las actualizas ahí mismo, sin dudar…
¿cómo es que allí en tu mente no suplantas
los pensamientos que te impiden volar?
¡Son tantas, tantas las “ideas chatarra”
que colonizan nuestro espacio mental!,
que así, con solamente sustentarlas,
¡nosotros mismos nos hacemos mal!
¿Y si te propusieras “destronarlas”
a tan ineptas representaciones,
y simultáneamente reemplazarlas
por otras que te llenen de ilusiones?
En lugar de “¿por qué me cuesta mucho
concentrarme un buen rato en lo que hago?”,
suplirlo por “¡me estoy volviendo ducho
en fijar mi atención igual que un Mago!”
A diferencia de “¿qué es lo que pasa
que no sé como hacer nuevos amigos?”,
decirte… “con cualquiera ¨estoy en casa¨…,
¡porque a todos los seres los bendigo!”
A cambio de “ por qué me hace agotarme
el trotar dos kilómetro apenas?!”,
convéncete de que… “al levantarme,
hago ejercicio y nada me refrena!”
O en contraposición a “¡qué sucede
que ya no me es tan fácil meditar”!,
visualiza que en tu mente accedes
a una paz que no cesa de manar.
Y al revés de “¡el dinero no me alcanza
para llegar siquiera a fin de mes!”,
imagina que tu ingreso avanza
con abundancia y de una forma exprés.
Y al oscuro “ no sirvo para nada,
¡no hay cosa alguna que me salga bien!”,
por el: “¡tengo una vida iluminada,
porque la Luz de mi Alma es mi sostén!”
A medida en que tus sustituciones
se vuelvan ciertamente poderosas,
sabrás que los reemplazos, con sus dones…,
¡habrán mutado al fin cardos en rosas!
¡Y qué alegría sentirás, amigo,
al ingresar a un mundo reluciente,
cuando de tu pensar no seas testigo…
porque empezaste… A COMANDAR TU MENTE!