Si tú eres homosexual,
por favor, escucha esto,
que tal vez nadie te ha dicho
las causas de ese contexto.

Lo tuyo no es un desvío,
tampoco una enfermedad,
ni es aberración ni vicio,
y menos casualidad.

Para tu tranquilidad
y la de tu corazón:
es un patrón solamente
con que actúa la evolución.

Y ahora pasaré a explicarte
de manera rigurosa
pero a la vez muy sencilla,
por qué son así las cosas.

Tú has sido mujer mil veces,
y a luz mil veces has dado,
y fuiste hombre en otras mil,
y en mil guerras has peleado.

Y es que hay que pasar por todo
para crecer en conciencia,
y ello se logra viviendo
toda clase de experiencias.

Después de unas cuantas vidas
de ir en cuerpo de varón,
toca pasar a mujer,
¡y ahí está el quid en cuestión!

Pues tu psiquismo recuerda
de una manera muy llana
tu atracción por las mujeres,
y entonces eres lesbiana.

Y así por dos o tres vidas,
hasta que el nuevo patrón
se reconfigura bien,
y ahora te atrae el varón.

Y entonces, bien afirmada
como mujer de verdad,
por muchas encarnaciones
es clara tu identidad.

Luego todo recomienza,
pero ahora en sentido inverso:
toca volver a ser hombre,
ir del anverso al reverso.

Nuevamente, en tus primeras
existencias como tal,
te atraen los demás hombres
de manera natural.

Deseas “como mujer”,
porque eso está en tu memoria,
hasta que en dos o tres vidas
se reacomoda tu historia.

Y pasas muy suavemente
-transcurrido ya ese trecho-,
a desear a una mujer
para llevar a tu lecho.

Y el ciclo se perpetúa
para bien o para mal,
de esta manera ingeniosa,
sencilla y original.

Por eso es que un porcentaje
de la humanidad completa
siempre será homosexual,
mientras exista el planeta.

Y los que hoy no lo somos,
lo hemos sido en vidas previas,
y volveremos a serlo
en otras vidas que vengan.

Pues lo queramos o no,
¡todos pasamos por eso!,
porque es así, simplemente,
como funciona el proceso.

Entonces, si este es tu caso,
¡comprende bien la razón!,
porque al captar el Gran Cuadro
tendrá paz tu corazón.