Reparte flores por donde vayas…,
con lo que expresas…, con lo que callas…,
que si sonríes con la mirada,
ya no hace falta que digas nada;
lo que tú irradias es más potente
que tu discurso más elocuente,
y si no juzgas ni calificas
y no discutes y no criticas,
y en cada hermano, sin estridencia,
calladamente, besas su esencia,
haces que crezcan por los senderos
cien mil jardines en sus canteros…
Reparte flores porque ellas son,
como caricias del corazón:
curan heridas, sanan los ojos,
y ponen mieles donde había enojos,
cuando con dulce benevolencia,
y sin fijarte en la apariencia,
se las entregas al receptor
como una ofrenda de puro amor…
Reparte flores por las cantinas,
los hospitales, las oficinas,
por los comercios, por los talleres,
por cada sitio donde anduvieres,
y si alguien dice: “la acción aislada
nunca en el mundo sirvió de nada”,
tú dile amigo con voz serena:
“¡sin eslabones no habría cadena!”.
Reparte flores con sus ribetes,
flores de a una o en ramilletes:
van tus virtudes en esos ramos,
que lo que somos es lo que damos,
y al entregarte sin resquemores
tus actitudes se tornan flores,
flores de dicha, flores de paz,
flores que elevan a los demás…
Reparte flores…, que no te importe
si alguno piensa: “¡perdiste el norte!”,
a ese entregale la flor más bella,
la que más brille como una estrella,
y sigue dando tus maravillas,
que de los sueños nacen semillas,
y esas semillas, tarde o temprano,
se vuelven flores en cada mano…
Todos cargamos preciosas flores,
pero hacen falta repartidores,
y, -¡paradojas de la existencia!-,
(o mano sabia de “Otra Presencia”),
por cada una que da tu amor,
otras dos brotan en tu interior;
y no te elevas tan sólo a ti
cuando repartes flores así:
también elevas -por inducción-,
del orbe entero su vibración.
Reparte flores…, flores de aliento,
y de entusiasmo, y de contento,
flores que llenen con su alegría
todo el planeta de algarabía…,
porque otra Tierra ya está asomando,
y el Hombre Nuevo la está sembrando,
y será el mundo que se avecine …,
¡el más hermoso de los jardines!
Es tan bello este poema que he llorado emocionada.gracias Jorge .M. Luisa desde Ibiza.
Bendigo tus lágrimas, compañera de viaje…
"Y en cada hermano sin estridencias ,calladamente besas su esencia"…..Gracias de nuevo M. L.
Se va sintiendo cada palabra de la hermosa poesía, cuánto aliento y buenas nuevas transmite. Gracias compañero por andar repartiendo flores, tanto poder tienen las santas palabras que van salpicando primavera por dónde pasan. Gracias!!
Te envío flores para tu fin de semana!!
Hermosa poesía!
Tus cálidas palabras también reparten flores, querida Stella.
¡Bendiciones, amiga!
Muchas gracias por tu bello regalo de flores, Cris.
Un abrazo.
Bellísimo,muy inspirado y pleno de contenido .Emocionante.
Gracias por recordarlo.
.
Todo un jardín para ti, mi bella amiga.
!Ay Dios que hermoso!
Muchas gracias.
A ti por tu visita, Myriam.
¡Que andes bien, compañera de viaje!