Gris, cruel, terror,
ruin, egoísmo, maldad,
Dios, dar, perdón,
luz, primavera, bondad…

Nota, amigo, al pronunciar
los vocablos que hay aquí,
la diferencia que hay
cuando resuenan en ti.

Odio, inútil, dolor,
fracaso, bomba, ruindad,
paz, miel, amor,
esperanza, claridad…

¡La palabra es vibración!,
y esas que sueles usar,
modelan, sin darte cuenta,
tu mundo particular .

Dicen que hasta el Gran Creador,
en el Inicio la usó:
dijo Él “¡hágase la Luz!”…,
y la Luz apareció…

Con esa fuerza creadora,
-para bien…, o para mal-,
también tú plasmas, amigo,
tu “universo personal”…

Porque el verbo “es” energía,
y son su “carga” y matiz,
los que convierten tu día
en lastimoso… o feliz.