¿Puedes vivir como si no murieras,
como si el ansia no quedara trunca,
como sabiendo que lo que veneras,
apartado de ti… no estuvo nunca…?

¿Puedes sentir que así como dormitas
confiado en despertar a un nuevo día,
después de que tu traje se marchita
también despiertas a una nueva vida…?

¿Puedes captar el hilo que discurre,
-¡cordel eterno que jamás se corta!-,
y mirar cada cosa que te ocurre,
y decirte sonriendo: “ya no importa”…?

¿Puedes desentenderte de lo externo,
recogerte en tu centro y desde allí,
darle paso a ese Viento de lo Eterno
que se lleva las nubes que hay en ti…?

¿Puedes reverenciar calma y tormenta,
y celebrar la risa junto al llanto,
sabiendo que lo que se te presenta,
nunca es “tan poco”…, y jamás es “tanto”…?

Y aunque la Vida pase sus facturas,
y a veces no sea bello lo que vieras,
y el mundo quiera hundirte en sus locuras…,
¿puedes vivir… como si no murieras…?.