Hay un mundo diferente
que está empezando a surgir,
y tiene un rasgo notable:
¡no hay que viajar para ir!

Este planeta es distinto
del otro, del anterior,
porque este mundo, primero
aparece en tu interior.

Pero tú ya sabes bien
que de una o de otra manera,
ya más temprano o más tarde,
¡el “adentro” se hace “afuera”!

Y este lugar incorpóreo,
etéreo, casi intangible,
muy suave, muy lentamente,
¡se irá volviendo visible!

Y hay una Ley que en él rige
de impecable validez:
de un modo casi instantáneo,
lo que tú imaginas, ¡es!

Es que este mundo está anclado
en un Plano Superior,
y en las altas dimensiones
¡el pensamiento es creador!

También aquí otro Principio
funciona de parabienes:
es el que afirma muy claro
que cuanto más das…, ¡más tienes!

Dice la piedra basal
de ese eterno postulado,
que lo que sale de ti,
te retorna acrecentado.

Y otra perla de este mundo
es que casi sin matices,
por su nivel de conciencia
¡todos aquí son felices!

No hay quién juzgue ni critique,
nadie del otro habla mal,
y vivir de esta manera
lo hace un planeta especial.

Si lo interno se hace externo,
lo que imaginas, se da,
aquello que das, te vuelve…,
y la gente alegre va,

sin duda esta Nueva Tierra
es una especie de Edén…;
(yo ya la estoy visitando…,
tú…, ¿la visitas también?)