Cualquier cosa que anheles alcanzar,
con ansia verdadera…, intensamente…,
para poderla materializar,
¡debes verte teniéndola… en tu mente!

Más tienes que cargar tu pensamiento,
de radiante y gozosa convicción:
¡para magnetizar los elementos,
hace falta impregnarlos de emoción…!

(No importa si es un tema de salud….,
o de un logro concreto, material…,
o el cultivo, tal vez, de una virtud…,
¡el mecanismo siempre será igual!):

…visualizarte feliz, YA poseyendo
eso que tanto anhelas conseguir…,
mientras te ves alegre y esparciendo
el dulce regocijo de vivir…

Y debe ser tu pensamiento fuerte…
(¡no apenas una idea ya marchita,
que va girando su trillada suerte
con ese giro gris de calesita!)

¡Debes creer –sin una sola duda-,
que en la cocina de lo Inescrutable,
ya se está cocinando con premura
ese plato exquisito que ordenaste!

¡No vaciles si al principio pareciera
como si “te estuvieras engañando”!
¡Sigue adelante…porque es tu persistencia,
la que a tu meta la va magnetizando!

Y a medida que avances en la senda
de reafirmar tu visualización,
¡se te irá haciendo natural la idea,
de que ya llega su manifestación!

Y sin que sepas cómo…ni en que día…
ni de que modo exacto y singular,
usando la más pura sincronía,
¡el Universo la hará cristalizar!

¡Y no le pongas vanas restricciones,
a ese poder inmenso que hay en ti,
que para revelar todos tus dones
es que has llegado finalmente aquí…!

¡Permití que tu magia, a raudales,
llene por fin tu corazón de estrellas,
-que en el sorteo de los “potenciales”,
te tocó, amigo, el de “la vida bella!”-!

¡Y se desmesurado…, se grandioso…!
¡Fabricate un milagro a tu medida!
(¿O acaso no es del todo milagroso,
que estés, …aquí y ahora…, en esta vida…?)

¡Decidite a pensar en lo impensable!
¡Modelá a tu manera lo invisible!
Visualizá logrado lo improbable…,
¡y volverás posible lo imposible…!