Ya estamos en el tiempo
de la reconversión:
de una vibración baja
a una alta vibración.
¿Y cómo es que sucede
semejante portento?
¿Qué es lo que fundamenta
tal acontecimiento?
Hoy los vientos solares
irrumpen por las grietas
que en su campo magnético
se abren en el planeta.
Sus olas de Luz Gamma
-ya seas joven o anciano-,
con sus 40 hertzios,
golpean tu envase humano.
Y ese plasma ingresando
en locos remolinos,
lo va reconvirtiendo
al cuerpo en cristalino.
Y tienes que adaptarte
a fluctuaciones altas,
¡incluso si sintieras
que hasta el aire te falta!,
pues sus ondas pulsantes
de elevada frecuencia,
causan, como nunca antes,
molestias y dolencias.
¡No temas ni te asustes
pues simplemente son,
-con todo lo que implica-
“energías de ascensión”!,
que mutan cada célula
de carbono a cristal
¡y es de ninfa a libélula
tu pasaje final!
Es con tales eventos
que se avivan tus dones,
y aceleran tu propio
cambio de dimensiones.
Y si a esta mutación
la cuidas y sostienes,
se te activan las doce
hebras de tu ADeEne,
y entonces tu energía
de una forma coherente,
te hace encarnar de a poco
a tu Ser Trascendente.
Y cuando esto termine
ya te habrás transmutado,
sin que tengas, mi amigo,
que haber desencarnado.
Y el cambio, te aseguro,
no será en nada exiguo:
¡te habrás vuelto un Ser Puro,
allí en tu cuerpo antiguo!
Mi querido Jorge:
Volvernos luz, reconquistando lo olvidado, ser ese faro que ilumina al mundo, como luciérnaga en la noche, como libélula en la mañana acariciándolo todo, como un pequeño colibrí en perfecto equilibrio, alimentado por el dulce néctar de una hermosa flor, dejar nuestra estela de luz impregnada en cada corazón. El tiempo de la reconversión ya está aquí!
Gracias por ser esa luz que ilumina, buscador de lo supremo.
Alicia…, Alicia…, Alicia…, qué puedo decir, amiga mía…?
Nada…, me has dejado mudo de toda mudez…
Es que es tan cristalino lo que tu corazón de faro, de luciérnaga, de libélula, de colibrí ha pincelado…, que me parece un sacrilegio agregar algo…
(Solamente gracias…, inmensas gracias…, infinitas gracias…)
Jorge…,Jorge…, Jorge…, qué puedo decirte yo a ti, amigo del alma…?
Que tú fragancia impregna los corazones, porque a través de tu voz, Dios habla.
Gracias por ese tesoro
Inagotables bendiciones para ti, compañera de ascensión…
Que deleite volver a encontrarte Jorge. Me lleno de tí, de tu luz en esas palabras inagotables de sabiduría. Gracias por compartir
También para mi es un deleite, mi querida amiga!
Gracias por tu calidez de siempre, tan dulce como tu corazón!