¿Qué es muy injusto
lo que te pasa,
y que tu suerte
siempre es escasa,
y no mereces
tal padecer…?
¡Vamos, amigo…,
déjalo ser…!
¡Déjalo ser…!,
que ese calvario
que tú imaginas
en tu escenario,
te lo fabricas
tú para ti,
cuando te dices
“¡pobre de mí!”.
¡Déjalo ser…!,
y eleva el modo
con que en tu vida
lo miras todo…,
si ya en el fondo,
tu Esencia sabe
que en la existencia
nada es tan grave…
¡Déjalo ser…!,
que en este andar,
no hay coincidencias,
y no hay azar…,
porque la senda
que te tocó,
¡ha sido tu alma,
quien la planeó!.
¡Déjalo ser…!:
sé ese testigo
desapegado,
neutro, objetivo,
que al ver la espuma
sobre su playa,
deja que llegue…
y que se vaya…
¡No olvides nunca
que estás de paso!,
y que las risas
y los porrazos
te están llegando
para aprender…
¡Vamos, amigo…,
déjalo ser…!
qué el abrazo que portan estas palabras le llegue a todos los que hemos necesitado de este mensaje luz!!!! hermano por siempre vibro agradeciéndote…bendiciéndote!!!
GRAAAACIAS!!!!!
Me sumo a ese abrazo fraternal…, en el que todos volvemos a ser Uno…
Gracias por tus poemas Los sigo todos a medida que los pones tengo una nieta que los imprime y luego los envio por correo a mis amigas-os que no usan internet. Todos aprendemos muchisimo y nos sentimos felices, aunque no siempre te de las gracias cada dia me inclino ante tu luz interna.
Gracias, María Luisa, por tu dulce mensaje.
Y gracias también por inclinarte "ante mi luz interna", porque al hacerlo, también estás reverenciando tu propia luz.
Un tierno abrazo.