Cuando conectas con tu interior
tus vibraciones se sutilizan,
tus perspectivas se divinizan,
y ves las cosas de otro color.

Porque al salirte sin aspamento
de la energía densa y pesada,
ya no te hiere la puñalada
de la amargura o el desaliento.

Y en las actuales circunstancias
de incertidumbre colectiva,
se hace imperiosa la esencia viva
de tu elevada resonancia.

Los escenarios complicados
reparten sombras para todos:
¡nadie está a salvo de ningún modo
de un malestar globalizado!

Pero al viajar a lo Insondable
dentro de ti, te transfiguras…,
y cuando todos sienten pavura,
¡tú te mantienes imperturbable!

Y sin ninguna ostentación,
le vas llevando a cada hermano
esa energía de otro plano
que lo serena al corazón.

De esa manera suave y callada,
vas transmitiendo, sin más ni más,
plácidas olas de dulce paz
por las ventanas de tu mirada.

Y esa caricia del puro amor
que hace más leve cualquier percance,
se encuentra siempre allí a tu alcance
¡cuando conectas con tu interior…!