¿Marcho sereno o voy tenso?
¿Tengo calma o impaciencia?:
la manera en la que pienso
la fabrica a mi experiencia.
Poner las culpas “afuera”
no es ninguna solución:
¡si resbalo en la bañera
no fue el culpable el jabón!
Si no me hago responsable
de mi yerro o mi tropiezo,
¡siempre encontraré “un culpable”!
¡¿pero qué gano con eso?!
Y aquí no cabe el rezongo,
¡soy quien mi vida modela!;
de la ropa que me pongo
solo yo coso la tela.
Ya dijo un gran escritor:
“nada es verdad ni es mentira:
todo es según el color
del cristal con que se mira”.
Y ahora lo parafraseo
diciendo que a mi entender,
a cada cosa la veo
según mi modo de ver.
Y eso no es ninguna ciencia:
es tan solo el resultado
de mi estado de conciencia…,
¡más lo sembré yo a ese estado!
Y ver luz en lo sombrío,
la flor en el basural,
Dios en tu rostro o el mío…,
¡es elección personal!
Y si el ego con empeño
dice que es falso ese paño,
le digo que en este sueño
¡soy quien decide mi engaño!
Y si me apeno o me alegro
no me lo impone un boceto:
nada es ni blanco ni negro…,
¡yo elijo lo que interpreto!
¡Parece difícil de creer pero es la pura verdad! Dar la vuelta hacia uno mismo radica en tomar conciencia de todo lo que expones ,esta y otras muchas semanas, en tus rimas. El darse cuenta y observar cómo funcionamos y empeño y tenacidad para seguir el origen de La Luz , no quedarnos en las interpretaciones y representaciones, es cuando descubrimos el poder de la presencia que somos en el aquí y ahora. Inmensas gracias Jorge por tu tenacidad, y empeño en conducirnos hacia lo Real del Ser, un abrazo muy fuerte de Matilde .
«Dar la vuelta hacia uno mismo…», «…observar como funcionamos…», «…descubrir el poder de la presencia que somos…»
Tu claridad perceptiva traza un sendero perfecto sobre cómo guiar nuestros pasos,
querida Mati!
Gracias por tu Luz!
Enorme abrazo!