Va sobre el muro la hiedra
con su color verde oscuro,
mientras por dentro del muro
ya “algo” palpita en la piedra.
Y el escultor soberano
-el que ve desde su centro-,
ya está mirando por dentro
lo que no ve el ojo humano.
¡Mira una obra acabada
total y completamente:
la ve perfecta en su mente,
ya lista, ya terminada!
Y entonces allí retira
solamente lo que sobra,
mientras dirige su obra
el Ojo Interno que mira.
Y cada trozo que quita
certeramente del bloque,
es una “piedra de toque”
que lo lleva a la pepita.
De igual modo suavemente
tú pules en tu interior,
lo que del Yo Superior
te aleja constantemente.
Retiras bloques de heridas,
de yerros, de pequeñeces,
y dejas lo que engrandece
tu paso por esta vida.
¡Escultor de tu sonrisa,
cómo admiro tu talento
para conseguir que el viento
se vaya volviendo brisa!
Tú, con tu cincel alado
y tu divina locura,
haces que tu noche oscura
se vuelva un cielo estrellado.
Y de esa manera así
consigues lo más valioso,
lo más bello y luminoso:
¡te vas cincelando a Ti!
Querido Jorge
Somos artistas, escultores de mundos, pintores de realidades, escritores de vida, cantamos al mundo nuestra historia. Somos creadores de nuestra realidad, nos esculpimos con lo que creemos, con lo que guarda el corazón, con lo que llevamos dentro y dejamos salir.
Bello poema, gracias por compartir
Un abrazo a lo lejos
Dice Jorge Oyhanarte:
¡Qué bonita tu reflexión, Isis!
Anhelo para ti, compañera de viaje, que al irte esculpiendo, te fusiones a la vez con tu magnífico Yo Interior!
Abrazo!
Mi amado Jorge:
Me gustó la analogía.
Conoces el arte japonés para reparar las hermosas vasijas que se han roto?
Se llama KINTSUKUROI consiste en un unir las piezas que se han roto con una resina mezclada con oro, la cual en lugar de tapar el daño, lo hace más visible a la vez que aumenta su valor.
Yo me he roto varias veces, y cada vez que me reconstruyen me vuelvo más hermosa, y lejos de ocultar mis cicatrices, las luzco con orgullo, porque eso aumenta mi valor….. Te amo.
No, no conocía esa técnica, querida amiga: ¡qué interesante manera de valorizar algo que estaba roto!!!
Y cuando dices: «Yo me he roto varias veces, y cada vez que me reconstruyen me vuelvo más hermosa, y lejos de ocultar mis cicatrices, las luzco con orgullo, porque eso aumenta mi valor…»…, ¡ahora entiendo por qué cada día que pasa brillas más… y más… y más…! 🙂
Abrazo enorme!