Ya dejaste el camino del Guerrero…,
y la ruta del Monje, quedó atrás…
(ya cumplieron su rol en el sendero,
con sus logros…, -sus menos…y sus más…-)

Y te has calzado un traje diferente:
¡tal vez aún no te amoldaste a él!,
pero vas comprendiendo, lentamente…,
¡que el del Amante es tu nuevo papel!

En la Nueva Energía que ha llegado,
¡el Amor es quien marca el derrotero!,
y en tu flamante rol de enamorado,
¡no precisas ni al monje…ni al guerrero!

Y empiezas a entender que en tu escenario,
atrás quedaron rezos…y bravuras…,
y que en vez de la espada…o el rosario…,
¡lo que está a tu servicio es la ternura!

¡Amar es la consigna!: ¡amarlo todo!,
sin importar por qué…, cómo…, ni cuándo…:
mientras sigas aquí, no hay otro modo
ni otro camino…¡que vivir amando!

Amar…como ama el niño a su peluche…,
amar…como una madre a su primor…,
amar al mundo…aunque no te escuche…,
¡y te tilde de ser un soñador!

Porque tu sueño, junto al de millones,
ya le está dando forma a lo imposible:
¡una Tierra de abiertos corazones,
irradiando una luz inconfundible…!

¡Esta es la hora del cariño cierto…,
la de brindarte, sin esperar palmas…,
y ser un manantial en el desierto
para el que sufre con la sed del alma…!

¡Ya no el Guerrero, que lucha y que deshace…!
¡Ya no aquél Monje, hermético y distante…!:
¡ahora la Vida espera que la abraces,
en tu nuevo papel… de dulce Amante…!