Al ir, amigo, abrazando,
la energía del corazón,
sentirás que va mutando
de a poco, tu vibración…

Y con tu nueva conciencia,
¡ya nada lo verás mal!:
se llenará tu presencia
de Amor Incondicional…

Más aquél que va a tu lado,
-o ese que tienes contiguo-,
tal vez no alcanzó ese estado…,
¡y sigue en el mundo antiguo!

¡Pero no te pongas triste…,
y no le des entidad!:
¡tu sabes bien que no existe
una sola realidad!

¡Él no puede darse cuenta
de su estrecho sentimiento!:
¿sabe del gris… o el magenta,
un ciego de nacimiento…?

Desde su “yo” separado…,
desde la vieja conciencia…,
¡ni siquiera ha sospechado
que está lejos de su Esencia!

¡No lo juzgues, compañero!,
que tu tarea es comprender,
a quienes en el sendero
aún no pudieron crecer…

Que ese que actúa su papel
en el último peldaño,
¡vale lo mismo que aquél
que va al frente del rebaño!

(¿No son igual de sagrados
-cuando mirás lo esencial-,
el que cursa el primer grado…,
y el que va al Polimodal?)

Y no trates de “guiarlo”
a quien no te lo ha pedido:
¡limitate sólo a amarlo,
como a un amigo querido!

Contemplarlo con ternura,
irradiándole tu amor,
con calidez y dulzura…
¡será tu ayuda mejor!