Si me hiere la dureza
del corazón de la gente,
o la falta de nobleza
del cruel y el indiferente,
oigo entonces dulcemente
la voz de mi Yo Testigo
diciendo amorosamente:
“¡tranquilo…, que vas conmigo…!”
Y entonces me muestra el karma
hilvanando su madeja,
y al ver los contratos que arma,
pierde sentido la queja.
O si tal vez un problema
me ha tomado por completo,
y no logro en ese esquema
escaparme del aprieto,
y me persigue implacable,
y soltarlo no consigo,
brota allí su verbo amable:
“¡tranquilo…, que vas conmigo…!”
Y me da intuitivamente
la solución apropiada
para salir raudamente
de la gris encrucijada.
O cuando a veces sucede
sentir dolor en el pecho,
porque un familiar, adrede,
ha actuado como lo ha hecho…,
entonces, para animarme,
allí, mi Mejor Amigo,
otra vez vuelve a exhortarme:
“¡tranquilo…, que vas conmigo…!”
Y con extrema dulzura
me hace entender, al final,
que en el modo en que otro actúa
nunca hay “nada personal”.
Y si en alguna ocasión
me alejo de Lo Infinito,
y me veo en mi corazón,
indefenso y pequeñito,
y el pesar me va invadiendo
y en su sopor me fatigo,
surge en mí otra vez diciendo:
“¡tranquilo…, que vas conmigo…!”
Y me conduce hacia el centro
de su Luz en mi interior,
y en su esplendor me reencuentro,
¡porque es mi propio esplendor!
Y después de percatarme
de la infinidad de temas
en que llega a rescatarme
minimizando problemas,
se invirtió el rol en la danza,
y ahora soy yo el que le digo
ante cualquier asechanza:
“¡voy tranquilo…, voy contigo…!”.
Una preciosidad !!!!
¿Quién no ha padecido alguna de las situaciones descritas ?.. Todos ….
Y finalmente,aprendes,que la mejor forma de solucionar cualquier problema,es abandonarse a ese Poder,soltar el mando,fluir…,con absoluta certeza de que la mágica respuesta llegará en el momento exacto.
Gracias por la sabiduría y la belleza,que despliegas cada semana .
Un abrazo.
«Y finalmente,aprendes,que la mejor forma de solucionar cualquier problema,es abandonarse a ese Poder,soltar el mando,fluir…,con absoluta certeza de que la mágica respuesta llegará en el momento exacto.»
La poesía será preciosa…, ¡pero tu síntesis lo es más aún!
¡Infinitas gracias!
Hace cierto tiempo que esa manera de consuelo me está ayudando. Es más real de lo que parece por la resonancia que produce en el corazón a evocar esas palabras. Alivio y paz se siente al lograr esa conexión, dura un poco y se va, pero es tan poderosa que vuelve siempre. Gran desazón se siente cuándo no está, a sabiendas que es lo único que existe por esa razón a veces nos encontramos desorientados. Espero se entienda, gracias compañero.
«Gran desazón se siente cuándo no está, a sabiendas que es lo único que existe por esa razón a veces nos encontramos desorientados.»
Por si te sirve de algo, Stella Maris, déjame comentarte que con el tiempo y la práctica, puede pasar de ser algo «aleatorio y circunstancial», a ser algo «casi automático»: lo convocas, ¡y ahí está…siempre!
(Y es maravillosa esa instantaneidad!).
Un abrazo!
Qué suerte Jorge… Leonor… Stella Maris.!!!(con mucho respeto me dirijo a ustedes…) que nos encontremos tan lejos y tan cerca y con una visión tan clara de ese poder que nos une y jamás nos deja, fluyendo en el y transformando el miedo en confianza de que no estamos solos…caminando juntos hacia casa…. Gracias…
Matilde.
Matilde, es gratificante compartir estas nuevas visiones reales que nos depuran y empujan a continuar en caminos de mucha luz para todos. Abrazos. Desde Cordoba, Arg.
cuantas veces no habré escuchado yo esta vocecita, y cuantas veces no habré dicho,»no veo salida, pero sé que voy contigo (y confío)», En algunas circunstancias adversas llego a pensar, que no sé si las aguanto y supero gracias a que mantengo la fe en esos momentos o si es esa Fe la que me mantiene a mi. 😉 sea como sea, nunca me ha fallado.
Gracias Jorge , Un cariñoso abrazo amigo
Las dos cosas, mi preciosa Juana: tú la sostienes, y ella te sostiene…
Un tierno abrazo, amiga!
Y qué hermoso que cada vez seamos más, Matilde…!: miles y miles de hermanos despiertan a diario -a su modo, y con sus propias particularidades-, a ese Bendito Poder Interior.
Gracias por tu mensaje, amiga!
uys.. perdón , parece que mi comentario salió como respuesta de otro anteriormente publicado.. no me di cuenta..
jaja ¡No pasa nada, Juanita!
Un beso!