¡Te estoy hablando, amado…!, ¿oyes lo que te digo…?
¿Qué quién es el que habla…?: ¡soy yo, tu Corazón!,
y vengo a recordarte con amorosa unción,
¡que siempre, siempre, siempre… puedes contar conmigo!
Cuando en mí te recuestas, y sientes mi vibrar,
y atiendes mis vislumbres y mis premoniciones,
te guío con señales vestidas de intuiciones…,
¡pero tú pocas veces te pones a escuchar…!
¿Que el otro no te entiende, que es odioso y es cruel…?;
entonces entra en mí…, y aquiétate un momento,
y oirás mi vibración dulcemente diciendo
que encarnes tú el amor que quieres ver en él…
¿Que la verdad del otro te suena a ti a mentira?
Olvidas que eso es sólo tu propia percepción,
y te lo digo yo, que soy tu corazón:
¨cada cosa depende del ojo que la mira…¨
¿Que la Vida se ha vuelto cada vez más violenta,
y no tienes a nadie que en tu asistencia acuda…?,
¡entonces más que nunca ven a mí por ayuda,
porque soy el que siempre te protege y te orienta!
Cuando acudes a mí, se activa el potencial
de aquello que presientes tal vez en forma ambigua:
que eres un alma sabia, poderosa y antigua,
disfrazada de humano en tu traje carnal.
¡Ponme a prueba, mi amado…!, aquiétate y verás,
que si tú me lo pides, cambio tu biología,
restauro tu equilibrio…, elevo tu energía…,
alumbro tu sendero… y te lleno de paz…
Te parece asombroso… ¡pero es realmente así!:
por eso, si tu mundo se pone del revés…,
entonces, suavemente, una vez y otra vez…
con calma y placidez…, ¡entra de nuevo en mí…!
mi corazón, mi gran y sabio amigo, le sonríe al tuyo y lo abraza …su emanación amorosa susurra GRACIAS!!!
estoy de lágrima fácil, ahhh pero son éstas lágrimas nuevas y no lo vas a creer!!! SON DULCES!!!
¡Benditas tus "lágrimas nuevas"…!, porque ellas se llevan los viajes sufrimientos…, y te susurran que, a pesar de todo, ¡la vida vale la pena!
Un beso para tu corazón.
Te superas, hermano…
Un abrazo enorme para el poeta de mi alma.
La muchachita.
Gracias, mi preciosa camarada de ruta.
Otro abrazo para ti.