¿Te has preguntado, amigo, cómo será ese mundo
de la bondad suprema…, y el infinito amor…?
¿Ese mundo en que todos, al ver a cada hermano,
contemplan en su rostro el semblante de Dios…?
Un mundo en que no existen juicios de ningún tipo,
-ni de clases sociales…, de religión… o piel-,
y en donde sólo importa el bienestar del otro,
porque sabes por dentro que también eres él…?
Un mundo en el que nadie guarda “para mañana”,
porque todos se saben cuidados mutuamente,
y a ese sentir tan puro, como de porcelana,
los ojos lo transmiten… y el corazón lo siente…?
Un mundo en que al instante se lo honra y celebra,
de la mejor manera que se lo puede honrar:
gozándolo como es, total, hebra por hebra…
porque no se precisa nada en particular…?
¿Y sabes una cosa? ¡Ya lo estás construyendo,
con cada pensamiento, con cada vibración!,
¿o acaso es que no escuchas cómo te va diciendo,
“¡todos somos Familia!”…, tu propio corazón…?
ese mundo YA SOMOS!!! en él me he sentido ser!!, si alguna distracción vino,solo parte de este loco juego, PARA AFIANZAR EL RECUERDO y seguir, y seguirlo construyendo!
Gracias hermano, hijo de este mundo Nuevo!!!
Un beso, compañera de construcción…
ese mundo existe .. tenemos que cambiar nuestro mundo interior para que podamos ver el reflejo en el mundo exterior …. un saludo jorge que te valla excelente tus poesias enriquecen el alma 🙂
"…tenemos que cambiar nuestro mundo interior para que podamos ver el reflejo en el mundo exterior…": ¡preciosa síntesis, Jamie!
¡Gracias por tu aporte!
Un abrazo.
Si jorge precisamos de ese mundo, y personas como tu ya lo están construyendo.