A ti…, que sientes los dones
de una conciencia expandida:
¡millones de corazones
te damos la bienvenida!

Porque soñamos tu sueño
de habitar un mundo en paz,
y unidos en este empeño
¡cada día somos más!

Y éste es el momento clave
para asumir el relevo…,
¡porque “algo” en nosotros sabe
que somos El Hombre Nuevo!:

…seres de luz que encarnamos
con una misma misión:
¡la de anunciar que ya estamos
en la “Edad del Corazón”!

Y le damos, con ternura,
el adiós a “lo que fue”,
¡con esa dulce locura
del que sólo tiene fe!

Fe…para mover montañas…,
para remontar el vuelo…,
y romper las telarañas
que nos han atado al suelo…

Y en el bello desvarío
de hacer un mundo mejor,
¡nos sostiene el poderío
que sólo otorga el amor!

Más para que esta alborada
se vuelva cierta y visible,
¡es tu propia pincelada,
la que se hace imprescindible!

Porque si enlazas tu mano
a la mía con unción,
y a la de nuestros hermanos
en un solo corazón…,

…él nos dice en su latido
-como un angélico canto-,
que cuando estamos unidos,
somos Uno…¡siendo tantos!