Si te cuesta quererte y en tu mente persiste
ese error ya lejano en que acaso incurriste,
y un cortejo constante de grises letanías
entristece tus noches y oscurece tus días,
ya es hora que te apliques a ti mismo el perdón,
por aquella caída, por aquel tropezón.
Tal vez has olvidado que esa acción fue en esencia
el fruto de cómo era tu estado de conciencia,
¡que de ensayos y errores se plasma nuestro viaje!,
y cada desacierto, fue sólo aprendizaje;
hoy no cometerías un equívoco igual,
porque es otro el nivel de tu conciencia actual.
Y es realmente importante que logres claramente
comprender este tema de un modo contundente,
pues para amar al otro mientras andas aquí,
primero, antes que nada, ¡debes amarte a ti!
Y ello no significa, mi amigo, desde luego,
ni un acto de yoísmo, ni un homenaje al ego;
paradójicamente, es todo lo contrario:
es, en lo cotidiano de tu tránsito diario,
poder reconocerte en tu faz cristalina,
sentir que Dios habita en tu esencia divina,
y percibirte eterno, sin límite o medida,
mientras pasas jugando de una vida a otra vida.
Por eso, si es que amarte ha sido tu fracaso,
mírate en el espejo, ¡y bríndate un abrazo!,
y luego con las suaves manos del corazón,
acaricia una a una cada equivocación,
¡agradece a esos yerros que te hicieron crecer,
y pide los perdones que fuese menester!;
después, suelta las culpas con un ¡adiós! bien fuerte,
date la bienvenida…, ¡y comienza a quererte!
Saber que cada error fue solo aprendizaje,y los aparentes errores de los demás también.Y que todo ocurrió para aprender a amar…..Que liberación ¡ Gracias a todos los que se han cruzado en mi camino y sobre todo a ti Jorge.Tu nos ayudas a crecer solo por medio de la dulzura y de la belleza M. Luisa desde barcelona
Gracias también te doy yo a ti, por haberte cruzado en mi camino…
Un abrazo.
Que simple y que dificil…de repente me doy cuenta que actúo por esos errores pasados y pienso:pero ya me había perdonado!
Seguiré trabajando en estos temas!Gracias Jorge por ser tan claro al expresar estas cosas que nos pasan a casi todos.
Beso grande!
"Seguiré trabajando en estos temas", me dices, Cris.
Y sí, amiga…, a veces no queda otra: quitas una capa, y aparece otra más subterránea…
¡Pero no desesperes, que la persistencia tiene premio!, y tarde o temprano esas memorias celulares empiezan a borrarse…, (sobre todo ahora que contamos con la ayuda de las poderosas energías que están entrando).
Un beso.