¡Quién tuviera tu pureza
dulce gota de cristal,
para espejar la belleza
más profunda y esencial…!
Y con el alma pulida
de prodigiosa tersura,
transitar por esta vida
reverberando hermosura.
Desde siempre el hombre serio
ha buscado, pretencioso,
desentrañar el misterio
que se oculta en lo precioso.
(Pero yo al ver tus destellos
-incluso en agua estancada-,
me pregunto si lo bello
no estará ya en la mirada.)
(Aunque también me pregunto
-con ingenua pretensión-,
si no ha de ser este asunto…
¡un juego del corazón…!)
Tal vez el alma pretende
mostrarnos que en realidad,
sólo aquél que se trasciende,
ve hermosura en la fealdad…
(¿O será que su deseo
es que entendamos mejor,
que no hay ni hermoso ni feo
para el que ve con amor…?)
Aunque hay algo que está claro:
para espejar plenamente
la luz al modo de un faro…,
¡hay que hacerse transparente…!
(Si a ti, mi amigo, te oprime
ese anhelo que en ti brota
por reflejar lo sublime…,
¡vuélvete… como esa gota!).
Jorge!! Esta es otra de tus poesías que tanto transmite y llega. Quisiera preguntarte si tienes algún libro editado que incluyas a estas como a tus cuentos. Me estuve informando y no figuraba. Recibe un afectuoso saludo y mi mas sinceras felicitaciones por lo que haces. Rebeca.
Gracias por tus amables palabras y tus felicitaciones, querida Rebeca.
Respecto a tu consulta, te cuento que no he publicado ningún libro.
¡Que andes bien, amiga!
Un abrazo.
jorge muy hermosa la poesias…….. ¡¡¡¡ Quiero ser esa dulce gota de cristal !!!!!!!!!
¡Vuélvete transparente entonces, querida jamie!!!