Aprendizaje…,
la vida es solamente aprendizaje,
y cuando toque el final del viaje,
ese será tu único equipaje.

Tus experiencias,
-el cúmulo total de tus vivencias-,
son las que dan sentido a la existencia,
al expandir tu estado de conciencia.

Afortunado,
es sólo aquél que mucho ha vivenciado,
y aprendió a ser feliz…, y desgraciado,
sin que nada le importe demasiado.

Sé agradecido,
por tanto que has gozado…, y padecido…,
que en la intemperie, o el ansiado nido,
ha sido el juego dual quien te ha nutrido.

Vacío o lleno…,
andar veloz…, o caminar sereno…,
beber licor…, o consumir veneno…,
sufrir de amor…, o estar de amores pleno…

¡Todo ilusiones!,
hologramas de luz…, meras ficciones,
pero que con sus gozos y aflicciones,
te fueron impartiendo sus lecciones.

Gracias a eso,
a una visión mayor tienes acceso,
miras con desapego los sucesos,
y ya entonces de nada quedas preso.

Y así, sin prisa,
viviendo en solidez…, o en la cornisa,
te brota desde el alma una sonrisa,
sintiendo que en verdad ¡nada precisas!.