Las frecuencias de luz que están entrando
van disolviendo nuestras densidades,
y a más velocidad vamos vibrando,
más nos hacemos multidimensionales.
En nuestros cuerpos todo se reelabora,
se recalibra y se reconfigura,
y minuto a minuto, hora tras hora,
tu Formato Inicial se reestructura.
Los nuevos códigos de luz pulsante
portan tal potencial suprasensorio,
que cambian todo como nunca antes
al transformar tu estado vibratorio.
Tu plantilla de ADN se renueva
acorde a tu proceso de Ascensión,
y ante el dolor que eso a veces conlleva,
puede que dudes de su consecución.
Y habrá aquellos que ya no lo acepten
por los agobios que en el cuerpo causa,
y elegirán partir…, aunque les cueste
demorar su Ascensión por esta pausa.
Más tú te quedas, firme, allí en tu centro,
porque ya a nada del exterior te aferras:
¡todo lo que precisas está dentro
para manifestar la Nueva Tierra!
De esta manera, tu determinación,
tu compromiso interno y personal,
sostienen tu empinada vibración,
sobreponiéndote a lo que ande mal.
Y no te asombres si alguien a tu lado
percibe una distinta realidad:
tú estás en un nivel más elevado,
y él todavía está en la densidad.
Y a ti, sabiendo que eres portador
de una energía de altísima frecuencia,
solo te nace verlo con amor,
con mansedumbre y con benevolencia.
Y así vas tú, andando por la vida,
sin una mueca, sin una crispación:
solo hay una sonrisa agradecida
para tu cuerpo en plena mutación.
Sientes que ya lo cristalino impera,
y próximo a volverte un Avatar,
se va acabando el tiempo de la espera
para que el Cielo sea tu Nuevo Hogar.
¿Qué si vale la pena?, ¡claro que vale!,
no hay nada más grandioso en este plano:
cuando lo Puro entra lo denso sale,
y se vuelve Divino… lo que era humano.
Mi amado Jorge:
Como siempre tienes toda la razón, hay días que mi frágil cuerpo me pesa, un malestar general e indefinido me invade, quisiera olvidarme del mundo y dormir y dormir hasta que el agotamiento pase.
Sin embargo hay quienes me necesitan y entonces un baño fresco temprano por la mañana me reanima y me dispongo a servir con amor a a mis hermanos que siempre esperan de mi una sonrisa y un abrazo acogedor.
De lo único que me doy permiso es de hacer breves altos en el camino para recuperar las fuerzas y poder continuar.
En esos instantes dejo salir a mi alma para que vuele en libertad y me regale con hermosos paisajes que me traen paz y tranquilidad..
Y vamos al mar para contemplar su inmensidad y escuchar el rítmico vaiven de sus olas.
O a un mágico bosque otoñal para presenciar cómo se desprenden las hojas y verlas partir a su interminable viaje por la vida que se renueva constantemente.
Y lo que más me gusta y tú lo sabes es pasear por mí jardín de estrellas que me llenan de luz.
Claro que vale la pena sentir lo que siento porque me han elegido para estar aquí y ahora sirviendo como tú.
Te amo.
Qué bello tu relato…, qué emotivo, y qué bien refleja tu fortaleza interior y tu determinación a servir, mi dulce Tere!
Es un precioso privilegio contar con tu amistad y tu afecto, Divino Ángel Voluntario!