Te invito, buen camarada,
a un pequeño desafío,
que te hará tomar conciencia
de tu mental poderío.

Y se trata de que elijas
del cielo, una tenue nube,
ya sea que se halle quieta,
o que suavemente sube.

Y de que allí desvanezcas
su vapor en suspensión,
viendo cómo se disgrega
en tu visualización.

Simplemente te concentras,
-con tu estilo y a tu modo-,
y “la ves” que se diluye
y se dispersa…, ¡eso es todo!

Y el espacio que ocupaba
con su blanquecino tul,
como por arte de magia,
¡ahora es puro cielo azul!

¿Usar una aspiradora…,
bombas de aire…, raras frases,
cuando basta simplemente
mirar cómo se deshace?

No estaría mal si quisieras
emplear todo ese arsenal,
aunque así le estarías dando
una entidad inusual.

Y estarías retrocediendo
a tu anterior discurrir,
donde el esfuerzo es preciso
para en “lo externo” incidir..

Pero en la Nueva Energía
camino hacia la Ascensión,
“a lo que crees, lo creas”,
si es real tu convicción.

¿Qué tienes para perder
si demora en deshacerse?
¡Es solo un vellón remiso
que tarda en desvanecerse!

Y cuanto más lo practiques,
más fácil sucederá,
y casi sin darte cuenta,
¡verás que se esfumará!

¡Y qué enorme regocijo
sentirás que por ti sube,
el día en que desvanezcas
por fin, tu primera nube!

Y dirás “mi pensamiento
tiene realmente poder:
si deshilacha una nube,
¡cualquier cosa puede hacer”!

Y ese salto de conciencia,
ese cambio de actitud,
le estará dando comienzo
¡a un grandioso y nuevo TÚ!

Porque habrás verificado
con esa pequeña acción,
los inmensos potenciales
del Poder de tu Intención.

¡Será tu primer peldaño
en tu rol de Constructor
de una Escalera Divina
hacia tu Cielo Interior!

Y en ese mágico instante
que para ti construiste,
tal vez te digas sonriendo:
“¿mi límite…? ¡ya no existe!”