Cuando la Vida te causa un dolor
y se te marcha la paz bruscamente,
allí susurra tu Yo Superior:
¡“no dejes que esto te atormente”!
La evolución es un viaje constante
que te conduce al Supremo Amor,
y más te acercas a ser ese Amante
cuando te ubicas en tu Observador.
Y si tu sino en su ir y venir
pone en tus manos una brasa ardiente,
tu Alma entonces te vuelve a decir:
¡“no dejes que esto te atormente”!
Cuando te impones a tu ego humano
se hace mucho fácil asumir,
que puedes convertirlo en un verano
al crudo invierno de sobrevivir.
Y si en tal trance llegas a flaquear
y te obnubila algún incidente,
tu Yo Mayor te insiste en recordar:
¡“no dejes que esto te atormente”!
Si en tu conciencia buscas la Unidad
se van los dramas de tus experiencias,
pero si crees en la dualidad,
ese será tu estado de conciencia.
Y mientras sufres tal separatismo
la Luz que te ilumina internamente,
continúa insistiendo con lo mismo:
¡“no dejes que esto te atormente”!
“Esta existencia es solo de ficción,
-agrega tu Alma suavemente-,
y lo sabrás allí en tu corazón,
¡cuando ya nada te atormente!”
Hola Jorge.
Una preciosidad !!!
Así es,lo importante es entender el propósito,porque todo pasa por alguna razón ; incorporarlo a a tu vida,modificar lo que haya que modificar y evolucionar.
y,sí,cada experiencia te vuelve más sabia,tu actitud cambia.
Muchas gracias por este toque de sabiduría.
un beso.
Hola, dulce!
Qué breve y qué certera tu expresión, Leonor querida… (“cada experiencia te vuelve más sabia,tu actitud cambia.”)
Tal cual, compañera, tal cual!!!
Brindo por ti, y tu sabiduría a flor de piel…, ¡gracias por compartirnosla!
Un beso grande!
Excelente ! La poesía iluminada ! Con palabras sencillas y hermosas!gracias …
Celebro que te agrade, Griselda!
Gracias por tu visita y tu calidez!
Lo mejor para ti!
Mi amado Jorge:
Me gusta parafrasear a Sta. Teresa de Jesús:
-“Nada te turbe, nada te espante, quien a Dios tiene nada le falta”
Cuando la Fe en Dios es grande y la confianza en Él es absoluta, nada puede atormentarnos, por el contrario irradiamos paz y amor.
Gracias por ser esa fuente inagotable de paz y amor.
Te amo tanto, te amo siempre.
Gracias, mi preciosa, por tu dulce visita y tu bello mensaje!
(Tu frase final “Te amo tanto, te amo siempre”, lo dejó sin aliento a mi corazón…)