Cuando de un modo gradual, sostenido y progresivo
incorporas más del alma en tu cuerpo terrenal,
se incrementa tu conciencia, te vuelves más compasivo,
te vas tornando más sabio, más dulce y angelical.
Todos los grandes Maestros que por la Tierra pasaron
dejándonos el legado de su Divina Maestría,
hasta un noventa por ciento de su alma incorporaron…
(más de eso el cuerpo no admite: en luz se evaporaría…).
Cuando tienes más de Dios, hallas en todo belleza,
y el Amor se va tornando tu norte y tu directriz,
y te nace ir esparciendo tu bondad y tu pureza
al desear que cada hermano viva calmado y feliz.
Perdonas, si es necesario, una vez, y cien, y mil,
incluso a quienes te fallan en tu entorno familiar;
tu trato se vuelve amable, se hace cordial y gentil,
y te conviertes en alguien con quien es hermoso estar.
Y es que de adentro de ti, una expresión más grandiosa,
elevada y amorosa, irradia serenamente,
y de manera silente esa luz que en ti rebosa
hace sentir a los otros de una forma diferente.
Cuando tienes más de Dios, la paz que sientes es plena,
de una plenitud tan vasta que no admite explicación,
igual que una clara noche de exquisita luna llena
cuando se aquieta hasta el propio latido del corazón.
Las ansiedades del mundo ya no te causan impacto,
y con tu nueva mirada de observador imparcial,
percibes las circunstancias, los sucesos y los actos
de una manera serena, desapegada y neutral.
Los dramas ya no te afectan, las desventuras tampoco,
y sabiéndote un viajero en una experiencia humana,
te centras en el ahora, y vas anclando de a poco
lo multidimensional en tu vida cotidiana.
Y en tu propia biología la estructura se renueva,
y el reloj del cuerpo frena su manecilla veloz,
tu ADN se actualiza hacia una versión más nueva,
y todo cambia en tu vida… cuando tienes más de Dios.
Sabio ,hermoso y pleno de bellos augurios…
¿No es ese proceso,la incorporación de su alma al cuerpo terrenal,la que transformó al profeta Elías en LUZ,delante de los ojos de su discípulo ,cuando ascendió ?
Muchas gracias.
Un abrazo.
Bien lo señalas, querida Leonor: cuando Elías asciende en esa fusión total con su alma, lo hace a través del Merkaba (nuestro vehículo de luz), y su discípulo Eliseo, que no tiene palabras para describir lo que ve, sólo atina a mencionar que "desapareció llevado por ¨carros de fuego¨".
Gracias por tu visita y tu certero aporte.
Gran abrazo.
¡¡sencillamente hermoso!!
Gracias, Pablo.
¡Bendiciones!
Mi buen amigo, no sé si el caso es "tener más de Dios" o dejar que la parte de Dios que llevamos dentro se manifieste.. el caso es que cuando hay esa conexión con El , que esta en nuestro interior suceden todas esas cosas maravillosas que dices en el poema.. como siempre tan acertadas y oportunas.. Gracias..!!!
besitos
Juana Maria
Como tú bien dices, amiga, lo importante es que al establecer esa conexión con Él, suceden "…cosas maravillosas…".
Un beso.
La paz que transmite la poesía es en sí misma una mágica meditación. Gracias compañero por enseñarnos a tener más de Dios y hacer de cada nuevo instante un milagro consciente.
"…la poesía es en sí misma una meditación.": cierto, Stella…, no había reparado en ello, pero ahora que lo señalas, coincido contigo, mi buena amiga.
Gracias por puntualizarlo.
Un abrazo.