Si transitas por la Vida
pensando “no lo merezco”,
“voy de caída en caída”,
“es muy poco lo que ofrezco”,

y completas tu andanada
diciéndote anonadado:
“no soy bueno para nada”,
“he nacido con pecado”,

esa es la “vieja energía”
que te jala y tironea,
pretendiendo con porfía
paralizarte en su brea.

Pero si haces a un costado
ese grillete irreal,
y en un viraje impensado
sales del cepo mental,

y comienzas a creer
con absoluta certeza,
que dentro de ti hay Poder…,
¡entonces la Magia empieza!

La Vida entera, de prisa,
se abre ante ti plenamente,
cuando al fin te sintonizas
con Quién tú eres realmente.

Y la “Física Secreta”
que hay detrás de la Creación,
escucha lo que decretas,
y responde a tu Intención.

¡Pero tu duda lo veda,
tu escepticismo lo evita,
tu desconfianza lo niega,
tu temor lo inhabilita…!

¡Quieres “ver para creer”…!,
y es justamente lo opuesto,
¡porque es “creer para ver”,
lo que lo hace manifiesto!.

¡Vamos, mi buen compañero,
deja ya de sabotearte,
y en lugar de poner “peros”,
comienza a reconectarte!

¡No frenes la sanación!
¡No frenes la sincronía!
¡No frenes la aparición
de lo asombroso en tu día!

¡Sal de la “prisión amable”
de tu caja de creencias,
y salta el muro infranqueable
de tu ilusoria impotencia!

Porque no hay Poder mayor,
mi amigo, te lo aseguro,
que el que hallas en tu interior,
cuando saltas ese muro.