¿Puedes, querido compañero,
cambiar tus ojos de repente,
y conseguir que en tu sendero
todo parezca diferente?

¿Puedes salirte de ese surco
de lo automático y trivial,
para apreciar de nuevo el mundo
en su pureza original?

¿Puedes morir a los apegos
que te envejecen la visión,
y verlo todo como nuevo…,
como quien rompe el cascarón?

¿Puedes soltar aquella amarga
exaltación de lo ilusorio,
y desprenderte de esa carga,
como quien tira un envoltorio?

¿Puedes nacer en cada “ahora”,
y verlo todo alrededor,
con la mirada redentora
que sólo nace del amor?

¿Puedes sentir que cada cosa,
cada persona que está allí,
el Universo la coloca
especialmente para ti?

¿Puedes lograr esa sublime,
esa feliz celebración,
de quien permite que el que mire,
sea en realidad el corazón?

Cuando morimos cada día
a lo trillado y habitual,
se nos descorre la cortina
de un deslumbrado ventanal…,

…porque muriendo a cada instante
al viejo modo de existir,
se nos revela, palpitante,
¡la maravilla de vivir!