¡Apúntale a una estrella! ¡Anhela en grande!
¡Que tu afán más hermoso no se desbande!,
(si aquello que imagines…, ¡ya está existiendo…!,
-por más que en este plano no lo estés viendo-)
¡Apúntale a una estrella! ¿Dónde está escrito
que sólo se permite volar bajito?!
¡Decídete a ser libre…, desmesurado…,
y a liberar tus sueños más desbocados!
¡Apúntale a una estrella!… y nunca admitas,
que refrenen tus ansias mentes chiquitas…,
¡si todo lo que ves a tu alrededor,
primero fue la Idea de un Pensador…!
¡Apúntale a una estrella!… que aunque esté alta,
¡te crecerán las alas cuando haga falta!,
que los hados sostienen hasta el final,
¡a quien va deslumbrado tras su ideal!
¡Apúntale a una estrella!…que a eso has venido:
¡para ser aún más bueno de lo que has sido!,
(y alcanza con tan sólo ir hacia ella,
cuando el intento es puro…y la senda bella…)
¡Apúntale a una estrella! ¡No te conformes!
¿Para qué recibiste dones enormes?!:
tu corazón amante…, tu paz interna…,
¡y esa luz en el pecho brillando eterna…!
¡No dejes que se escurra, gris y opacada,
esta Vida que un día te ha sido dada…!
Mientras vas intentando dejar tu huella,
¡apúntale a una estrella…!
Mi amado Jorge:
Tú sabes que yo tengo mi estrella y anhelo regresar a ella porque ahí está mi cálido hogar esperándome, y cuando regrese estaré esperándote para disfrutar de su luminosa y brillante belleza….. Te amo
Allí nos veremos, dulce Tere…, en tu bellísimo astro, el más luminoso de todos, ¡el del Amor Incondicional!
(Y aquí, en el entretanto, te envío un inmenso abrazo llenito de cariño)
Hola Jorge!
Que lindura tu poesía!
Gracias por recordarnos la luz que somos, el regalo que es la vida y la alegría de vivir en amor infinito.
Un abrazo fraterno desde Chile
Gracias a ti por tu visita y por tu calidez, Margarita!
Y desde “…la luz que somos…”, te envío un afectuoso abrazo, mi amiga chilena!