¡Abrite a lo que el día te presenta!
¡Abrite a la confianza primordial!
¡Abrite a la Creación que te sustenta!
¡Abrite a la Canción Universal!

¡Abrite a la Maestría que te habita!
¡Abrite a ese poder que late allí! :
tu prójimo en la senda necesita
ver esa luz brillar dentro de ti!

¡Abrite a realizar lo que es preciso
por el sueño de amor que te alimenta…!
(¡no hay modo de alcanzar el paraíso,
si al menos una vez no se lo intenta!)

¡Abrite al arrebato de la Vida… :
a su fiebre…su ardor…su desmesura…!
¡Abrite a tu pasión más encendida,
con su soplo de genio y de locura…!

¡Abrite a ese alarido en tus entrañas
que recoge tu anhelo más profundo!
¡Abrite a abandonar tus telarañas,
que estás aquí para cambiar el mundo!

¡Y cuando te abras de ese modo un día
-dejando atrás la celda que te encierra-,
se elevará por fin tu melodía
como se eleva el sol sobre la Tierra…!