“IGNORE ESTA SEÑAL”, decía el cartel…,
y para nuestra mente -siempre lineal-,
resultaba evidente que el logo aquél,
estaba diseñado realmente mal.
Pues si no la mirabas…: ¿¡cómo cumplirla…?!;
pero si la habías visto…: ¿¡cómo “ignorarla”…?!,
y al no existir un modo para seguirla…
¡imposible era entonces el acatarla!
Con su contradicción, la paradoja,
te envuelve en el encanto de lo imposible…:
como un agua que empapa…¡pero no moja!,
o cuando vemos algo…¡que es invisible!
Y hacia ese espacio extraño… es que estamos yendo,
donde caduca el “orden” que conocimos…,
y en donde, -de algún modo-, seguimos siendo…,
¡pero a la vez no somos los que antes fuimos…!
Y sabremos lo que es “volverse cuánticos”…,
y estar al mismo tiempo en dos lugares…,
¡y nos transformaremos en ese cántico
que cantan los delfines sobre los mares…!
Y nos adentraremos en potenciales…
¡que nunca imaginamos que existirían…!:
¡…y seremos hermanos de los cristales…,
y andaremos las huellas de su energía…!
Y es que tras de la luz…hay “otro” Cielo…,
vedado a nuestra mente -¡tan pequeñita!-…,
más cuando descorramos el denso velo…,
¡seremos de verdad Luz Infinita…!
Hola Jorge,
Es esa esperanza de descorrer todos los velos, la que mantiene viva la intencion a cada instante de evolucionar consientemente.
Tú poema resuena en mi alma con fuerza; gracias. Merly…
¡Gracias, Merly, por tu mensaje…y por la "resonancia"!
Un abrazo…