¡Vive como un Ángel…!, porque eso eres…,
tú pones Luz…, cuando no se ve nada…,
llevas la eternidad en cada átomo
y el resplandor de Dios en la mirada…

¿Dónde irían los pájaros del cielo
si no existiera tu sonrisa pura?:
tú ya lo sabes…: todo se halla en todo,
y es por tu vibración que hay hermosura…

¡Vive cómo un Ángel…!, Ángel terreno,
que al estar en un cuerpo, deja huellas,
pero que sabe que es en realidad,
un galáctico ser de las estrellas…,

esa clase de ser que también deja
otro tipo de rastros intangibles,
rastros de tanto amor y tal pureza,
que nos recuerdan mundos invisibles…

¡Vive como un Ángel!, ¿de dónde sacas
esa patraña de que eres “sólo humano”?.
¡Ahhh…, si vieras la fiesta que hay “arriba”
cuando haces destellar lo cotidiano!

Cada vez que te fundes con tu alma
lo activas a tu don de lo inefable,
y cuando ese fulgor brilla en tus ojos,
¡no se puede explicar lo inexplicable!.

¡Vive como un Ángel…!, ¿qué es lo que esperas?
¡La Fuente en ti se regocija y canta!,
más precisa de ti para expresarse,
precisa de tu voz y tu garganta…

Si no estuvieras…, todo sería más pobre…,
el mismo sol entibiaría poquito…,
y las palabras perderían su magia…,
y Lo Infinito no sería Infinito…

¡Vive como un Ángel!, deja que surja
la compasión que guardas en el pecho,
porque amar sin fronteras ni medida
más que una obligación, ¡es un derecho!

Y habrá en el aire un aroma a rosas,
y destellos de luz en cada calle,
cuando tú, compañero, te decidas,
¡a vivir como un Ángel!