Posees un Yo Cuántico en tu interior
que es multidimensional en su raíz,
tiene talentos de orden superior,
y no hay momento en que no esté feliz.

En él conviven la razón y el amor,
con un enfoque de “percepción consciente”,
y porque siempre ve “el cuadro mayor”,
no observa nada separadamente.

Y al ser su captación omniabarcante,
la intuición le funciona de tal modo,
que con velocidad relampagueante
encuentra soluciones para todo.

Las respuestas le vienen desde adentro,
de ese basto saber del corazón,
y al ver a los demás desde ese centro,
los ama exactamente como son.

Le son ajenas crítica y censura,
y no lo juzga a nadie en su camino,
y porque su Intención es siempre pura,
vive alineado con el Plan Divino.

Eso que piensa, pronto se manifiesta,
genera sincronías por doquier,
y a su paso la Vida es una fiesta,
y estar aquí en la Tierra, un gran placer.

La alegría le brota a borbotones,
junto a una compasión que lo rebasa:
no tiene ni una de tus preocupaciones,
y allí donde él está, está su casa.

Ciudadano feliz del Universo,
la ve como un regalo a la existencia,
tan rica en lo plural y lo diverso,
y a la vez una, en su Pura Esencia.

Y en sus ojos la Nueva Tierra brilla,
porque propaga la energía del gozo:
esa línea de “tiempo-maravilla”,
que rozas en tus horas de alborozo.

Y este Yo Alterno anhela de verdad
que te fusiones de una vez con él,
para que vivas en la Unicidad
y en la Belleza que hay en su nivel.

Y al alcanzar su Fuerza Delicada
no te hará mella más la incertidumbre,
¡pues ya no buscas escalar más nada
cuando sabes que en ti…, ya está tu Cumbre!