Hay de ti una versión nueva,
que está expectante y alerta,
esperando solamente
que por fin le abras la puerta.

Y si le dices “no puedo”,
es tan sólo el viejo tú,
que se basa en el pasado
y en su acotado menú.

Y dice el disco rayado
que tanto lo programó:
“no es posible que funcione
porque antes no funcionó”.

Pero ahora puedes salirte
de aquella caja-prisión,
porque algo en ti está cambiando:
tu nivel de vibración.

Pero tienes que botarlo
al cohibido tú anterior,
para que pueda aflorar,
en ti, tu versión mejor.

Tú mereces este cambio
que comienza a florecer,
y lo reemplaza al que fuiste,
por el que empiezas a ser.

No permitas que el pasado
frene lo que está llegando,
porque es tu propia Grandeza
lo que en ti está despertando.

Lo que fuiste ya es historia:
está en “la vieja energía”,
y sólo de ti depende,
abrazarlo al Nuevo Día.

Te corresponde, mi amigo,
¿y sabes qué lo atestigua?,
¡haber pasado por todo
como preciosa alma antigua!.

¡Y es que has aprendido tanto,
tantos dones activaste,
tanto poder asumiste,
tanto te desarrollaste…!

Y eso busca actualizarse,
más no puede aparecer,
si tú te quedas fijado
en cómo eras hasta ayer.

¡Vamos!, descarta lo viejo
y dale vuelta a la hoja,
y bebe por fin del agua
que sacia pero no moja.

¿Temores?: ¡quedan a un lado!
¿Enfermedades?: no más!:
¡tú controlas a tu cuerpo
y te fabricas tu paz!

Dominas tus emociones,
irradias alta energía,
vas alegre por la vida
y generas sincronías.

Tratas a todos con gozo
porque hay en ti compasión,
y confías en la guía
de tu preciosa intuición.

Y vas tranquilo y sonriente,
y vas sereno y en calma,
¡porque sientes que comienza
la fusión de cuerpo y alma!

Y lo que le abre la puerta
a esta mutación en ti,
y la empieza a hacer palpable,
es CREER que ya es así.

A medida que lo crees,
más y más se afianzará,
y un nuevo sol, suavemente,
en tu cielo brillará.

Y de a poco, amigo mío,
muy de menor a mayor,
te irás dando cuenta entonces…,
¡que eres tu versión mejor!