Ya dejaste atrás el tiempo
de constante buscador,
explorando mil caminos
tras la Fuente del Amor.
Y superaste la valla
de sistemas de creencias
que buscaban apartarte
de tu verdadera Esencia.

Tú, Guerrero de la Luz,
no te quedes estancado,
que eso que vives ansiando,
ese anhelo irrealizado,
eso que por no alcanzarlo
dejaba tu vida trunca,
esa Comunión Sagrada,
¡está más cerca que nunca!

Y después de tantas vidas
detrás de lo espiritual,
tomando apenas sorbitos
del Agua más esencial,
ahora te encuentras muy cerca
de colmar todo tu vaso,
¡y hace falta solamente
que des el último paso!

¡Avanza!
Que la Luz es la certeza
con que se enhebra la danza
del Amor y la Pureza.

¡Avanza!
Y cree, cree en tus dones,
que la mayor acechanza
son nuestras vacilaciones.

¡Avanza!
Sonriendo en cada jornada,
porque una sonrisa mansa
es más fuerte que una espada.

¡Avanza!
Con actitud amorosa,
distribuyendo confianza
como quien reparte rosas.

Tú, Guerrero de la Luz,
ya no buscas más verdades,
poderes, entendimientos,
virtudes, habilidades:
en tu humildad absoluta
solo ansías “llegar Allí”,
y paradójicamente,
¡todo ello vendrá hasta ti!

¡Avanza!
En la pulseada constante
del ego que no descansa
con tu Porción más Brillante.

¡Avanza!
Que un Guerrero en Movimiento,
maneja, más que una lanza,
la emoción y el pensamiento.

¡Avanza!
Vigilando la coherencia,
el calibre y la bonanza
de tu estado de conciencia.

¡Avanza!
Moldeando tu vibración,
para que tenga fragancia
y brillo tu percepción.

¡Avanza!
creando lo que hay delante,
que el Resplandor que hoy te alcanza
no estuvo nunca aquí antes.

¡Avanza!
Y usa tu Imaginación
para hallar la remembranza
de la Quinta Dimensión.

¡Avanza!
Esparciendo alrededor,
el valor y la templanza
que guardas en tu interior.

¡Avanza!
volviéndote en tu camino,
un Manantial de Esperanza,
y un Ancla de lo Divino.

Y el día, ¡bendito día!
en el que por fin alcances
tu dorada Epifanía,
¡ya no hará falta que avances!