A ti…, que te estás yendo, compañero de viaje…,
deja que te recuerde con mi más hondo amor,
que partir es tan sólo abandonar un traje,
para ponerse otro…, de etéreo resplandor…
No es más que una mudanza que te llena de calma,
porque en ese pasaje no hay nada que temer…:
¿acaso causan miedo los fulgores del alba,
cuando tras de la noche…, llega el amanecer…?
Y si tal vez te inquietas por “lo desconocido”,
por “algo misterioso” que te pueda pasar…:
¡has hecho ya mil veces similar recorrido…,
y mil veces sentiste un alivio sin par…!
¡Dejas una corteza que sólo te limita,
para seguir andando ya sin encarnadura,
y te pones las alas de una luz infinita
que te eleva hasta el Cielo de la Bondad más pura!
Saldrán a recibirte muchos seres queridos
(incluso familiares de vidas anteriores),
¡que los lazos del alma no conocen de olvidos…
porque han sido tejidos con pétalos de flores…!
Te sentirás bañado de un cariño infinito…,
sabrás por vez primera lo que es realmente amar,
y sentirás entonces, en un rapto bendito,
porque es que es tan inútil la palabra “juzgar”…
Y dirás fascinado “¡esto es maravilloso!,
nunca llegué en la Tierra a vivir algo así,
es todo tan etéreo, tan leve y luminoso…:
¡ah…, si abajo sintieran lo que se siente aquí!
Pero volviendo a ti, y a tu hora postrera,
es primordial, amigo, soltar cualquier rencor:
la transición resulta más liviana y ligera
cuando sólo se tienen pensamientos de amor…
Y si alguien en tu vida no fue gentil contigo,
o con algún pariente no te has llevado bien,
perdónalos y luego… ¡libéralos, amigo,
que ellos están cursando sus lecciones también!
Además, compañero, al inicio del viaje,
será de gran ayuda no oponer resistencia:
¡no te aferres al cuerpo…, despídete del traje,
y deja que de a poco se desprenda tu Esencia!
Por último te pido, querido camarada,
que me dejes ahora acercarme hasta ti:
intentaré que sientas, en forma delicada,
algo de la ternura que encontrarás allí…
¡Déjame que te abrace…, que acaricie tu frente…,
déjame que te envuelva con mi profunda paz!,
y ve hacia El Otro Lado sosegado y sonriente…,
que vienes de la Luz…, y hacia la Luz te vas…
Gracias. Estoy llorando de emotion…..
Te entiendo, amiga…
Un tierno abrazo…
CUANTA BELLEZA HAY EN ESTA POESÍA.Y COMO ME HUBIESE GUSTADO PODERSE LA LEER AMIS SERES QUERIDOS ANTES DE MARCHARSE,AUNQUE SE, QUE ELLOS YA LO SABEN POR QUE LO ESTÁN VIVIENDO.CADA VEZ TENGO MENOS MIEDO A MORIR, SOLO LO SIENTO POR MIS HIJOS POR QUE SE QUE VAN A SUFRIR.
Pues entonces transmíteles a ellos tu falta de temor…, háblales de que aquí estamos de paso…, diles que tú los seguirás cuidando "del otro lado del velo"…, enséñales que no hay por que sufrir, y que esa aparente separación, será para ellos sólo un aprendizaje para "amar con desapego"…
Gracias por tu sentido mensaje…
Gracias a ti por emplear tu tiempo respondiéndome. Estoy colgando tus poesías en mi facebook, porque quiero compartir con mis amigos esta experiencias de tanto amor y sabiduría,que nos ayuda a crecer espiritualmente . También yo escribo poesías, y relatos, y fue una amiga la que me abrió el camino para llegar a conocerte.Si pongo anónimo es porque me es mas fácil de enviar el comentario.Soy Española, de Andalucía, concreta mente de Málaga ,tengo 69 años y me llamo Isabel. Un eterno abrazo para ti.
Un abrazo, Isabel…
Gracias por tan sentidas palabras, profundas, pero la partida fue tan súbita que es dificil cada dia sin ella. Estoy tratando, y tus palabras me ayudan en estos momentos, me transmiten paz y calma- Gracias Jorge, bendiciones.
Te entiendo, amiga, te entiendo…
¿Sabes, compañera de viaje?: la comprensión trae su propia acción…, y el saber "con el corazón" que nada muere verdaderamente, proporciona un suave alivio que hace más llevadero cualquier duelo…
(En ese sentido, tal vez te sirva echarle un vistazo aquí mismo, al poema-video "¡Yo no morí, mamá!").
Gracias por tu mensaje…
Un tierno abrazo…
Jorge: Querido ¡ ¡ Qué final de viaje y llegada al Paraiso del que salimos y lo hemos olvidado ! Parece que tú has estado allí! Tan intensamente vivo expresado " Salí del Padre y vine al mundo .Ahora dejo el mundo y v oy al Padre "(evangelio )
Nacer de nuevo a la verdadera vida , a la plenitud anhelada .
Gracias Jorge porque siempre abres la ventana de la VERDADERA VIDA . Con cariño agradecido María Palacios
Dices bien, querida María: "Nacer de nuevo a la verdadera vida , a la plenitud anhelada…", y nuestra tarea, -la tuya, la mía, la de todos-, es la de intentar "traer el Cielo a la Tierra", estando aún encarnados…, para reflejar "aquí abajo", la Divinidad que nos habita…
Gracias por tu cálido mensaje.
Un tierno abrazo.
Sublime!!!!
Gracias por tu visita, Ines.