Si puedes sonreír cuando las cosas
se te presentan más dificultosas,
y pareciera incluso que las rosas
sólo espinas te dan…;
si puedes sonreír mientras la vida
te muestra su versión descolorida,
como si pretendiera ahondar tu herida
con minucioso afán…

Si puedes sonreír, cuando la gente,
a tus espaldas, maliciosamente,
pierde su tiempo lastimosamente
en hablar por hablar…;
si puedes sonreír ante lo amargo
de tanta mezquindad…y sin embargo,
de la ajena maldad no hacerte cargo…
¡y dejarla pasar…!

Si puedes sonreír, mientras le tiendes
tu mano fraternal a quien te ofende,
porque tu amor por él ya no depende
de cómo te trató…;
si puedes sonreír…y darle afecto
sabiendo que al final todo es perfecto,
pues somos a la vez causa y efecto
de lo que nos pasó…

Si puedes sonreír ante lo breve
del tiempo que se va con paso leve,
mientras pinta tus sienes color nieve
con su trazo andarín…;
si puedes sonreír ante el invierno
que de a poco va ajando tu cuaderno,
porque sabes muy bien que eres eterno…,
sin principio ni fin…

Si puedes sonreír…y tu sonrisa
irradia tanta luz que no precisa
remontarse en las alas de la brisa
para alumbrar aquí…,
entonces…mi querido compañero,
de un modo cierto, claro, y verdadero,
ya nada te hace falta en tu sendero…
¡pues te tienes a ti…!