¡Se te nota muy dichoso!
“¿Y por qué no habría de serlo,
si el Cielo se halla en la Tierra…,
no hay que morir para verlo!”

¡Se te nota satisfecho!
“¿Y cómo no habría de estarlo,
si cada instante del día
me está invitando a gozarlo…?”

¡Se te nota sin enfados!
“¡Es que no sirve enfadarse!:
las cosas, tal como vienen…,
¡así tienen que tomarse…!”

¡Se te nota muy amable!
“Es que la amabilidad,
le brota naturalmente
a aquél que tiene bondad…”

¡Se te nota agradecido!
“¡Es que todo es un tesoro,
si al plomo que te fue dado
sabes transmutarlo en oro!”

¡Se te nota muy sereno!
“Esta paz que estoy sintiendo,
es el estado del alma
de quien vive bendiciendo!”

¡Se te nota realizado!
“¿Y sabes por qué es así?:
porque sé que lo que importa…
¡lo llevo dentro de mí…!”