Quisiera ser el Mago aquél que desprograme
esas creencias que hay en ti de que no vales,
que no mereces la abundancia y la alegría,
y que has venido aquí a sufrir día tras día.

Quisiera ser un borrador tan contundente,
que borre cada telaraña de tu mente,
y colocar en su lugar esa certeza
que te recuerde tu valía y tu grandeza.

Quisiera ser la “no verdad”, la “no sentencia”…:
sólo el latir hondo y vital de la existencia,
para infiltrar tu corazón de algarabía
al escuchar esa celeste melodía.

Quisiera ser ese poema tan perfecto
que te haga ver que eres de Dios su hijo dilecto,
y que Él te dio la epifanía de sus dones,
pero está en ti abrirte a tantas bendiciones.

Quisiera ser esa expansión acelerada
que logre en ti fundir el todo con la nada,
y al activar un cuerpo que no deja huellas,
puedas viajar aún más allá de las estrellas.

Quisiera ser la luz más pura de mi Esencia
y así llevar su resplandor a tu presencia,
para que sepas, tú, que dudas y elucubras:
¡la misma luz aguarda en ti que la descubras!.