No dejes que el pasado se vuelva tu futuro,
los contratos firmados se pueden reescribir:
en la Nueva Energía basta el Intento Puro
para darle una forma distinta al porvenir.

No permitas que miedos antiguos te convenzan
de que ya no hay salida, que ya no hay solución,
porque sin darte cuenta cada vez que así piensas,
la estás alimentando a tu propia aflicción.

Aquello que te dices a ti y a los demás,
imprime en tu cerebro sus huellas neuronales,
y así tu subconsciente, de un modo pertinaz,
modela cada día tus bienes… o tus males.

A todo lo que escucha toma como instrucciones,
y lo procesa entonces de un modo literal:
las ve como mandatos a tus disquisiciones,
incluso si has hablado de manera casual.

Tenlo siempre presente: ¡tu palabra decreta!,
y eso que te repites le da forma a tu día,
y no se necesita ser gurú ni profeta
para ver que así creas tu pena… o tu alegría.

¿Y cómo el cuerpo sabe de tu nueva intención,
y deja sin efecto los viejos argumentos,
y produce el reajuste, la recalibración,
que los va revirtiendo a tus comportamientos?

¡Es tu vocabulario la clave, compañero!:
tus células escuchan todo lo que te dices,
y cuando tú te expresas de un modo placentero,
comienzan a crearte tus días más felices.

¡Por eso es que es vital que hables en positivo,
que todo tú te enciendas con bellas emociones,
y que tus ojos muestren la dicha de estar vivo,
porque sí…, simplemente porque tú lo dispones!

¡Dite frases hermosas, que te generen gozo,
que te den entusiasmo, ilusión, esperanza,
constrúyete alegría, fabrícate alborozo,
y haz que cada jornada sea un canto de alabanza!

¡Y no importa si el mundo quiere contradecirte,
tú créate tu mundo personal y a medida!:
¡que eres tú quien decide tu modo de sentirte,
y eres tú quien modela la arcilla de tu vida!

Y al hacer a un costado “como han sido las cosas”,
y estrenar el encanto de ir alegre y seguro,
harás que ya no crezcan espinas en tus rosas,
y harás que tu pasado, ya no sea tu futuro.