Por las plazas del mundo
voy arrastrando el paso…
¡soy viejo y descartable…!
¡necesito un abrazo…!

Tengo apenas diez años…
¡diez años de porrazos…!
¡siempre viví en la calle…!
¡necesito un abrazo…¡

Trabajo quince horas
por un jornal escaso…
¡Ni dignidad me queda…!
¡necesito un abrazo…!

La enfermedad me abate…
y he bajado los brazos…
¡ya no tengo esperanzas…!
¡necesito un abrazo…!

He vendido mi cuerpo
al contado…y a plazos…
¡pero nunca me amaron…!
¡necesito un abrazo…!

¡Me internaron por loco…!
¿No se dan cuenta, acaso…
que los locos son ellos…?
¡necesito un abrazo…!

En cada ser que sufre,
con el alma en pedazos…,
es Dios el que nos dice :
¡necesito un abrazo…!!!

Y desde esas miradas
de sufrimiento atroz,
Dios nos sigue diciendo… :
“¿…me lo vas a dar vos…?”