Las palabras sagradas que dijimos un día
en los templos remotos de la amada Lemuria,
antes de que llegara la destructiva furia
del océano alzado…y el rabioso huracán…:
…esas palabras santas…¿sabes tu adónde están…?

Las fórmulas alquímicas que una vez pronunciamos
en los laboratorios de la Atlántida bella…,
con las que conseguimos que el fulgor de una estrella
activara en nosotros nuestro más alto afán…:
…esas fórmulas sacras…¿sabes tu adónde están…?

Y esas invocaciones que nos surgían del alma
en los pulcros santuarios de ambiente recoleto,
implorando a los dioses del Egipto secreto
que el Nilo continuara proveyendo su pan…:
…esas invocaciones…¿sabes tu adónde están…?

Los mantras milenarios que entonamos mil veces
bajo el sol de la India -profunda y misteriosa-,
que lograban que el aire se aromara de rosas
perfumando lo mismo al paria que al brahmán…:
…los mantras milenarios…¿sabes tu adónde están…?

Las oraciones sacras que hemos rezado tanto
en esos monasterios y conventos perdidos…,
buscando ser acaso los Cristos redimidos
que al prójimo doliente, consuelo llevarán…:
…las oraciones sacras…¿sabes tu adónde están…?

Las frases ancestrales que expresamos en trance
para curar el alma de un pobre alucinado,
con la tribu mirando…, con el Cacique al lado…,
en las vidas que fuimos un oscuro chamán…:
…las frases ancestrales…¿sabes tu adónde están…?

Aunque ya estaba escrito en el Libro del Tiempo:
“…vendrán nuevas palabras que las reemplazarán…”,
y son las que encarnamos en nuestro diario oficio:
“Compasión”…”Gratitud…” y “Perdón”…y “Servicio”…,
¡las Palabras Sagradas que jamás morirán…!