¿De pronto el cielo
se puso gris…?
¡Eso no impide
que seas feliz!

¿Que tu pareja
te abandonó…?
¡Celebra el tiempo
que compartió!

¿Un tren perdiste…?
¡Vendrá otro tren…!,
que de las cosas
no eres rehén…

Y si esta senda
tan azarosa,
te brinda el pincho
junto a la rosa,

es porque intenta
en tu devenir,
que de algún modo
puedas sentir

que ni una es buena
ni otra es peor…,
si amas la espina
y amas la flor…

Cuando te sales
del cuadro usual,
-de “blanco y negro”…,
de “bien y mal”…-

se va esfumando
la dualidad,
y la reemplaza
la “trialidad”…

El pendular
se ralentiza
mientras al centro
te deslizas…,

y a los opuestos,
-sin distinción-,
¡les da cobijo
tu corazón!

De esa manera,
sin estridencia,
se va expandiendo
tu conciencia…;

cesan los juicios
de valor
al infiltrarse
Lo Superior…,

y vas entrando
en sintonía
con otra clase
de Energía…

¡Y entonces todo
te queda bien!:
si llueve…, ¡ríes…!;
si hay sol… ¡también…!