Tuve el sol en mis manos una tarde de otoño,
cuando las hojas secas crujían al pisar…,
y los destellos de oro le pintaban un moño
al regalo de un cielo que no se vuelve a dar…
Tuve el sol en mis manos…¡y lo dejé marchar…!
Tuve la lluvia leve una mañana tenue,
cuando goteaba el cielo un llanto de mujer…
¡lágrimas cristalinas sobre mi piel sedienta,
bordaban arabescos que ya no han de volver…!
Tuve la lluvia leve… ¡y la dejé correr…!
Tuve la luna llena atrapada en mis ojos,
cuando en algún descuido de su ir y venir,
usé sus mismas redes de hilos nacarados
y de rayos de plata…para poderla asír….
Tuve la luna llena… ¡y la dejé partir…!
Tengo la suave brisa de la Nueva Energía,
que me acaricia entero…y que me hace temblar…;
me estremece en espasmos de loca algarabía…,
y me transporta a un reino sin tiempo ni lugar…
Tengo esa brisa suave… ¡y la dejo soplar…!
¡¡¡Quiero cerrar mis ojos y sentir el soplo de esa suave brisa!!!
Un abrazo cálido
¡Está allí, amiga…envolviéndote…a sólo una respiración de distancia…!
…porque la intensidad de este abril arde en mis venas y las lágrimas botan como esa lluvia …con igual fuerza
Lluvia de vida, luna serena,
todo lo trae esta brisa nueva :
el sol del otoño y el de la primavera
y al aspirarla vuelo…suspiro y,
me siento plena!!!!…
GRACIAS JORGE QUERIDO POR ESA EMOTIVIDAD SERENA CON LA QUE CONJUGA S MAGISTRALMENTE
PASIÓN Y TERNURA…
Encantadora poetisa, le pediré a las lágrimas de la lluvia que no calmen "…la intensidad de este abril que arde en tus venas…"
Preciosa poesia, preciosa musica y preciosa forma de recitarla . Gracias. M. luisa
Celebro que te agrade, Luisa.
Que andes bien, amiga!