«Muchas veces me pregunto
con pena en el corazón:
¿por qué me tocó una vida
de escasez y privación?»

«¿Por qué tengo que andar siempre
con lo justo, y apretado?
¿Tú conoces la manera
de salirse de este estado?»

Sólo es preciso, mi amigo,
que bebas con elegancia,
un trago largo y profundo
del Vaso de la Abundancia.

«¿Y dónde se halla ese Vaso
de la dichosa afluencia?»
Se encuentra en un solo sitio:
¡tu sistema de creencias!

Y puedes verlo vacío…,
mirarlo a medio llenar…,
o contemplarlo repleto
de riqueza y bienestar.

¡Entiende esto…, es importante!:
la bonanza y la escasez,
la tristeza y la alegría,
la salud y la endebles,

no existen ya “por sí solos”
en tu vida como eventos:
antes de que cobren forma,
¡primero son pensamientos!

«¡Pero eso no es tan así!:
hay cosas que son reales,
tienen sustancia, se tocan,
son físicas, materiales…»

Sí…, lo son “a posteriori”,
cuando se sienten al tacto,
¡pero fueron “Intención”
antes de volverse “Acto”!

«¡Te entiendo!, está en mi mente
antes de estar “allí afuera”…,
¿pero cómo es que consigo
darle forma a lo que quiera?»

El mundo te ha hipnotizado
para esperar lo peor,
¡quítale tú ese poder:
cambia de hipnotizador!

Hipnotízate tú mismo
con otro tipo de ideas,
esas en las que te miras
teniendo lo que deseas.

Deja ya de verlo todo
en términos de “carencia”,
y contémplala a la Vida
en su divina opulencia.

Imprime en ti la certeza
de que ella te corresponde,
¡y déjale al Universo
el cómo, el cuándo y el dónde!

Tú entrénate en mantenerte
enfocado en lo que quieres,
y siente las sensaciones
como si ya lo tuvieres.

Recréalo mentalmente,
visualízate estupendo,
mírate cómo disfrutas
y lo bien que te está yendo.

Y al responsabilizarte
de adónde va tu atención,
la realidad del “afuera”
se ajustará a ese patrón.

Siempre es así, de este modo,
como das forma y medida,
a un estado de conciencia
que modifica tu vida.

«¿Sabes?, lo he probado a veces,
lo de “la imagen mental”,
y verme con lo que anhelo,
y creerme que es real.»

«Pero surge en mi cabeza
“algo” que frena mi intento,
una voz que me susurra
¨¡sabes que te estás mintiendo!¨.»

Ese es uno de tus “yoes”,
tu interno boicoteador,
esa parte de tu Sombra
que no quiere Lo Mejor.

¿Sabes cómo se lo vence?:
es muy simple…, persistiendo;
se cansa de que tú insistas,
y se va desvaneciendo…

¡Vamos, amigo…, utiliza
tu don de magnetizar,
que tu patrón vibratorio
atrae lo similar!.

¡Empuña ya de una vez
el timón de tu destino,
y forja tu propio mundo!,
¿acaso no eres Divino?

¡Usa tu poder de Mago
y bébete con prestancia,
un trago largo y profundo
del Vaso de la Abundancia!