Pasar por alto la respuesta dura…,
darse cuenta que nada es “personal”…,
saber que cada cual tiene “sus rollos”…,
y no devolver nunca “mal con mal”…
Dejar que nos resbalen las ofensas,
las críticas…, las burlas…, los agravios…,
sabiendo que no tienen por qué herirnos
las frases que pronuncian otros labios…
Ignorar por completo los desaires,
sin asentarlos en ningún cuaderno:
hacer de cuenta “que no ha pasado nada”,
y sonreír en nuestro fuero interno…
Dejar de pretender estérilmente
que “alguien” de afuera nos de validación,
porque la que realmente es importante,
¡es la de nuestro propio corazón!
Y no esperar ya más que nuestra dicha
provenga de lo que hagan los demás,
comprendiendo por fin que es uno mismo
el responsable de su propia paz…
Pero a la vez, tratarlo siempre al otro,
de un modo dulce, cariñoso y tierno,
como si nunca nos hubiese herido…:
¡eso es “el Amoroso Desapego”!
Gracias por tu ayuda siempre eficaz y oportuna ?porque haces esto? .es que nos amas igual que el Maestro Jesús?
Los amo,querida amiga…, como tú amas en tu profesión a los enfermos que atiendes…, y a los alumnos que enseñas…
Un tierno abrazo…
Cada vez que escucho una poesía de usted, el alma se me estremece, se me sensibiliza, se me enternece, gracias, por despertar mis más escondidos sentimientos.
Y yo le doy las gracias a tu alma…, por abrirse de ese modo a estas rimas…
Gracias querido amigo 🙂