Pedro y Gaspar charlaban cierta tarde
sobre cuestiones varias de la vida,
y era el primero quien hacía alarde
sobre como llevarla a esta partida.
Y decía convencido, “-¡es muy sencillo!:
cuando vives tomando precauciones,
tal vez tus días no tendrán gran brillo,
¡pero sí que te evitas sofocones!”
Y Gaspar retrucaba de este modo:
“-por más cuidado y prevención que extremes,
si con el miedo vas codo con codo,
¡atraes justamente eso que temes!”
“-Cuando el golpe te llega…, ¡ya estás listo!,
y no te salvan ni tus bellas normas!”
“-La magia se revela en lo imprevisto:
¡cuando confías, siempre hallas la forma!”
“¡-Vaya, Gaspar…, o eres necio o incauto!,
¡esta vida es aguante y es esfuerzo!,
y es deslomarse hasta quedar exhausto,
¡que así es como te pagas el almuerzo!”
“-Si eso eliges pensar, ¡es tu derecho!,
pero hay mundos de seres elevados
que crean con tan solo ¨verlo hecho¨:
¡así se encuentran ellos de avanzados!”
“Nuestro don, a su lado, palidece,
pero al menos tenemos una vía:
lo que visualizamos aparece
en forma de preciosas sincronías.”
“¡-Sí que me causan risa tus delirios
tan alejados de esta realidad:
los días aquí se hacen de martirios
y alguna pizca de felicidad.”
“¡-Ay, Pedro!…, mientras crees que es palpable
y verdadero lo que te golpea,
la Realidad sonríe imperturbable
¡pues sabe que eres tú el que la crea!”
“¿Alguna vez tú escuchas que me quejo,
o despotrico contra la Creación?
¿Y sabes por qué no entro en tal manejo?,
¡porque sé que yo elijo mi reacción!”
“-¡¨Tu reacción, tu reacción¨…, qué fantasía!
¿realmente esa es tu forma de pensar?
¡la vida me aporrea cada día,
y dices que yo escojo mi pesar!?”
“-Sí, tú eliges sufrir!, y está perfecto,
aunque también existe otro camino
donde igualmente vas de un modo recto,
¡pero visualizando tu destino!”
“¡El pensamiento es energía creadora!,
se hace real eso que más pensamos,
y hacemos nuestra vida encantadora,
si encantador es lo que imaginamos.”
“Cuando la encuentres a tu Luz guardada
y en ti florezca su Poder Creador,
podrás ver en la noche, la alborada,
y en las espinas… ¡la incipiente flor!”
(Y tú, que estás allí en este momento
viendo ambas perspectivas confrontar,
después de sopesar sus argumentos,
¿con quién resuenas?, ¿con Pedro o con Gaspar?)
Amigo Jorge, estoy con Gaspar. Es cierto que si el “ miedo » se apodera de la persona atraes lo que temes. Por desgracia convivo con una persona con las carasteristicas de Pedro, y no la saco de su temor porque no cree más allá de su mente… lo dejas ir…. porque la Vida es la que dispondrá cuando podrá darse cuenta de que todo es posible si hay verdadera INTENCIÓN. Un fuerte abrazo camarada de camino. Matilde
«…lo dejas ir…. porque la Vida es la que dispondrá cuando podrá darse cuenta de que todo es posible si hay verdadera INTENCIÓN.»
Sabia, muy sabia tu reflexión, Mati querida…, porque realmente es así, cada uno debe pararse sobre sus propios pies…
Otro fuerte abrazo para ti, compañera de viaje.
Mi amado Jorge:
El miedo infundado es traicionero, pues baja las defensas y expone al individuo a todo tipo de calamidades, se puede decir que lo conviete en la fuente potencial de todos los males.
Pero en cambio cuando a pesar de estar en el medio de un mundo caótico, se mantiene un tono emocional alto y se es féliz porque se tiene una Fe inquebrantable y una confianza a toda prueba en el Padre Celestial, nada ni nadie puede perturbar nuestra paz….. Te amo.
«Pero en cambio cuando… se tiene una Fe inquebrantable y una confianza a toda prueba en el Padre Celestial, nada ni nadie puede perturbar nuestra paz…»
¡Bendita sea tu inquebrantable confianza y tu divina paz, dulce Faro de Luz!
Muchas gracias por tus poesías, me han encantado.
Estoy con Gaspar, somos creadores de nuestra realidad, director e intérprete a la vez, tejiendo como araña la majestuosa red.
Tenemos el poder, sólo debemos creer en él.
La certeza llega cuando con luz se ve,.
La comprensión integra la luz, el miedo y la sombra, toda experiencia sirve, todo tiene un porqué.
Al final todos somos parte de un mismo Ser.
Gracias por tu bello mensaje rimado, Teresa!
(Y por tu luminosa actitud ante la vida).
Qué andes bien, compañera de viaje!