Si tú
pudieras ver
toda la Luz
que hay en tu esencia,
podrías
asumir
tu original
magnificencia,
y así
corporizar
lo que en tu mente
más enfocas,
y andar
iluminando
lo que tocas.

Tú bien
puedes actuar
algún papel
ya conocido,
o bien
desempeñar
un rol que aún
nunca ha existido.
De ti
depende ser
la vela que
se va extinguiendo,
o ser
como un farol
resplandeciendo.

Y si es tu opción
justa y cabal,
reconocerte
excepcional,
debes creer
con todo el ser
que tú eres el
depositario,
de la intuición
y el resplandor
de un visionario.

Desde hoy
déjalo entrar
a ese fulgor
en tus vivencias,
y que
tome el control
tu corazón
junto a tu Esencia;
la Luz
que estará allí
como recién
amanecida,
habrá
de iluminar
todo en tu vida.

Y así
caminarás
de una manera
muy serena,
porque
tendrás la paz
que emana de
un alma plena,
y luego
al retornar
a cosechar
lo que has sembrado,
vendrás
ya como un ser
iluminado…

Y es que creer
siempre creer
en tu valor
y en tu poder,
sin vacilar
hasta alcanzar
aquella luz
lejana y bella,
es lo que al fin
hace de ti
¡tu propia estrella!