“La práctica hace al Maestro”, dice un antiguo aforismo:
¡enfoca, enfoca, y enfoca!, y el día menos pensado,
encontrarás allí afuera exactamente lo mismo
en lo que día tras día te mantuviste enfocado.
¿Preguntas que cómo se hace? Se hace ladrillo a ladrillo
hasta forjar el castillo de tu bienaventuranza:
¿quieres practicar un poco?, pues hagámoslo sencillo,
para que así, suavemente, vayas cobrando confianza.
Pon, por ejemplo, un globo en medio de tu cabeza;
¿lo tienes?, ¿lo ves clarito?, ¡enfócalo un poco más!,
nota el cordón que lo ata, percibe su ligereza,
luego llévalo adelante, y acto seguido hacia atrás.
Aprópiate de esa imagen, ¡es vital que te obedezca!,
y obsérvala claramente girando a tu alrededor,
no importa el tiempo que lleve: practica hasta que parezca
ciertamente verdadera en su forma y su color.
Y si tu mente divaga, has que retome al instante
una y otra y otra vez, y cual si fuera un buril,
que siga formando entonces de una manera constante,
esa huella de energía, ese eléctrico carril.
Y cuando al fin “casualmente” aparezca en tu experiencia
un globo muy parecido a ese que imaginaste,
comprobarás por ti mismo ante tamaña evidencia,
que la semilla que plantas, ¡atrae lo que plantaste!
¿Qué si esto demora un día, una semana, o un mes?
¡qué importa lo que demore cuando te cambia la vida
al comprobar fascinado que hay “un antes” y “un después”,
entre un pensamiento errante y una idea dirigida!
Y al constatar que el cerebro es un sirviente confiable,
querrás dedicar entonces la fuerza de tu Intención,
-esa energía creadora, poderosa, inagotable-,
a manifestar tu sueño, tu más hermosa visión.
Tú no encarnaste en la Tierra para andar con una venda,
¡no es para marchar a tientas que fuiste enviado hasta aquí!:
encarnaste para ir corporizando en tu senda
aquello que más anhelas: ¡la Luz que hay dentro de ti!
¡Vamos, mi querido amigo, deja ya de andar a oscuras!,
¡vuelve a mandar en tu mente, porque ella es tu servidor!,
enfócate diariamente en tu radiancia más pura,
y notarás en tu vida, ¡un cambio estremecedor!
Maravilloso!!!!
Gracias por tu siempre,constante y magnífico trabajo!!!
Celebro que te agrade, dulce Leonor.
Mil bendiciones, querida amiga…
Preciosa poesía!!! Pura luz, amor, arte y sabiduría. Mucha gracias, Jorge
Y gracias te doy yo, Marcela, por tu tan cálido mensaje…
¡Infinitas gracias!
¡ Hola amigo Jorge ! Estoy de acuerdo contigo , Esa fuerza transformadora nos empuja a descubrir nuestra Presencia Consciente en el Aquí y el ahora, no cesar en el intento hasta que sea estable, es nuestro tesoro olvidado cuando venimos a la tierra. Es nuestra naturaleza de plenitud la luz que nos mueve a a transformar el mundo … Gracias amigo por tan magnifico trabajo, en ese camino seguimos , un fuerte abrazo de Matilde .
«…no cesar en el intento hasta que sea estable, es nuestro tesoro olvidado cuando venimos a la tierra.»
Qué gran verdad, y qué hermosa forma de expresarlo, querida Matilde!
Y mientras todos juntos «en ese camino seguimos», te celebro y te honro, mi dulce compañera de viaje!
Otro fuerte abrazo para ti!
Que bella poesía la luz qie en estos y todos los momentos de nuestar estancia aqui nesecitamos gracias
Gracias por tu visita, Made.
Qué andes bien!