Por qué es que temes que un día en tu viaje
llegue el transbordo y cambies de bus,
si es solamente quitarte un traje
para ponerte ropajes de Luz.

¡Es tan hermoso volver a Casa,
al verdadero y único Hogar!:
todos sonríen mientras te abrazas
con tantas Almas que amaste en tu andar.

Cantan tu nombre Coros Sagrados,
y te recuerdan en esa canción,
que eres eterno por ambos lados,
pues no hay principio ni terminación.

Allí hay tan solo Luz Omnisciente,
hay Alegría, Belleza, Bondad:
todos reflejan Luz de la Fuente,
y una conciencia de Pura Unidad.

Mal nos han dicho que allí purgamos
cualquier mal paso, cualquier tropezón,
pero no es cierto: lo compensamos
en nuestra próxima reencarnación.

Por eso entonces, sin resquemores
luego revisas tu anterior viaje,
y con ternura ves los errores
que te han servido de aprendizaje.

Seguidamente, un plan te armas
para la hora de reencarnar,
que lo compense a cualquier karma
que haya quedado sin equilibrar.

Y al ver todo esto dirás ¡qué bello…,
cómo es que pude albergar temor,
si en donde miro encuentro el sello
de la Inocencia y el más alto Amor!”

Por eso amigo, te estoy pidiendo,
que cuando toque marcharte de aquí,
lo hagas alegre, lo hagas sonriendo,
¡que el Paraíso espera por ti!